En su primera aparición pública desde el inicio de la Semana Santa, el Papa Francisco salió este Domingo de Resurrección al balcón central de la Basílica de San Pedro para impartir la bendición Urbi et Orbi. A pesar de continuar en recuperación por una afección respiratoria, el pontífice de 88 años fue recibido con aplausos por miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro.
Durante su mensaje pascual, el Papa hizo un llamado urgente a un alto al fuego inmediato en la Franja de Gaza, exigiendo la liberación de rehenes, el acceso seguro de ayuda humanitaria y el respeto a la población civil. Expresó su cercanía tanto con el pueblo palestino como con el israelí, y denunció el crecimiento del antisemitismo a nivel mundial, así como la grave situación humanitaria que enfrenta la comunidad cristiana en Gaza.
Francisco también abordó otros conflictos activos en el mundo, incluyendo Ucrania, Sudán, Sudán del Sur y Myanmar. Instó a la comunidad internacional a priorizar el principio de humanidad por encima de la carrera armamentista y destinar recursos al desarrollo y la lucha contra el hambre. Al término de la ceremonia, el Papa recorrió la Plaza en el papamóvil, saludando a los asistentes en un gesto que reafirmó su reanudación de actividades públicas.