El Papa Francisco acudió por sorpresa este sábado a la Basílica de San Pedro para participar brevemente en la ceremonia del Sábado de Gloria, a pesar de continuar su recuperación tras una prolongada infección respiratoria que lo mantuvo hospitalizado por más de un mes.
El pontífice apareció poco antes del inicio de la Vigilia Pascual, alrededor de las 18:00 horas locales, donde rezó ante la tumba del apóstol Pedro y saludó a algunos peregrinos presentes. Aunque no presidió la misa, su homilía fue leída por el cardenal Giovanni Battista Re, quien transmitió el mensaje del Papa centrado en la esperanza, la vida y la necesidad de vivir el Evangelio en acciones concretas.
La presencia del Santo Padre fue recibida con emoción por los fieles, pues había estado ausente en la mayoría de los ritos de Semana Santa debido a su estado de salud. Se espera que este domingo participe en la tradicional bendición “Urbi et Orbi”, siempre que su evolución médica lo permita.