La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, instruyó a su equipo económico a acelerar las conversaciones con la administración de Estados Unidos con el objetivo de alcanzar un acuerdo antes del 1 de noviembre, fecha en la que entraría en vigor el arancel de 25% a vehículos medianos y pesados importados por el mercado estadounidense. La mandataria subrayó que la prioridad es proteger empleos y cadenas de suministro compartidas en la región.
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, indicó que México esperará la publicación oficial del decreto para fijar una postura jurídica, pero adelantó que se exploran vías diplomáticas y comerciales bajo el T-MEC, incluida la solicitud de exenciones o tratos específicos que reconozcan la interdependencia industrial.
Cámaras del sector han advertido que la medida podría encarecer costos y afectar exportaciones, por lo que pidieron coordinación con fabricantes estadounidenses y medidas de mitigación. En paralelo, la Cancillería y Economía mantienen canales de diálogo técnico con contrapartes estadounidenses para evitar disrupciones y preservar la competitividad regional.
