El gobierno de Michoacán confirmó que el líder limonero Bernardo Bravo Manríquez viajó acompañado de escoltas el día en que fue asesinado, pero decidió separarse de ellos poco antes del ataque ocurrido en Apatzingán. El mandatario estatal, Alfredo Ramírez Bedolla, detalló que Bravo contaba con personal de seguridad asignado debido a amenazas previas, aunque “optó por dejarlos en el tianguis de limón y continuar solo su trayecto”.
De acuerdo con las investigaciones de la Fiscalía General del Estado, el presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán se dirigía a una reunión cuando fue interceptado y asesinado con disparos de arma de fuego. Su cuerpo fue localizado el domingo 20 de octubre sobre la carretera Apatzingán–Tepetates. La autoridad estatal informó que la principal línea de investigación apunta a su actividad gremial y a las denuncias que había hecho sobre la extorsión del crimen organizado a productores de limón en la región.
Ramírez Bedolla lamentó el crimen y aseguró que el gobierno estatal mantendrá la presencia de fuerzas de seguridad en la zona limonera de Tierra Caliente. Asimismo, confirmó la detención de un presunto implicado identificado como Rigoberto “N”, alias El Pantano, presunto integrante del grupo delictivo Los Blancos de Troya. “No habrá impunidad”, subrayó el gobernador al reiterar que el homicidio de Bernardo Bravo no quedará sin justicia.
