La activista sueca Greta Thunberg acusó a Israel de cometer un genocidio contra el pueblo palestino y señaló la complicidad de los gobiernos internacionales, al llegar a Grecia luego de ser deportada junto con más de 170 activistas de la flotilla humanitaria Global Sumud, que fue interceptada cuando se dirigía a la Franja de Gaza.
“Estamos viendo un genocidio ante nuestros ojos, retransmitido en directo en nuestros teléfonos. Nadie podrá decir que no lo sabía”, declaró Thunberg en el aeropuerto de Atenas, rodeada de periodistas y simpatizantes que la recibieron con banderas palestinas. “Israel está intentando eliminar a una población entera, y los gobiernos del mundo están siendo cómplices al guardar silencio y al seguir comerciando con armas”, añadió.
La joven activista, de 22 años, denunció que las instituciones internacionales han fallado en su deber moral y legal de proteger a los civiles en Gaza. “Nuestros sistemas internacionales traicionan al pueblo palestino. Las Naciones Unidas, la Unión Europea y los países más poderosos del mundo miran hacia otro lado mientras se cometen crímenes de guerra”, afirmó con tono severo.
“Que esta misión tenga que existir es una vergüenza”
Thunberg insistió en que su deportación y el maltrato sufrido por los activistas no deben desviar la atención de la tragedia humanitaria en Gaza. “Que esta misión tenga que existir es una vergüenza. Ninguna persona debería arriesgar su libertad por intentar llevar alimentos o medicinas a quienes están siendo bombardeados y asesinados”, expresó.
La activista señaló que la flotilla Global Sumud simboliza la resistencia pacífica ante el bloqueo israelí y la indiferencia internacional. “El mundo entero debería movilizarse por Gaza. No se trata solo de Palestina: se trata de humanidad, de justicia y de no aceptar que el exterminio se normalice”, sostuvo.
