Las negociaciones entre México y Estados Unidos para resolver el diferendo por el cumplimiento del Tratado de Aguas de 1944 entraron esta semana en una fase crítica, luego de que Washington insistiera en que México mantiene un déficit significativo en la entrega de agua del Río Bravo, mientras que el gobierno mexicano argumenta que la sequía y las limitaciones de infraestructura han impedido cumplir con los volúmenes pactados.
De acuerdo con autoridades estadounidenses, México adeuda cientos de millones de metros cúbicos correspondientes al ciclo 2020–2025, un volumen que consideran urgente para atender las necesidades agrícolas de Texas. La Casa Blanca advirtió incluso que, de no alcanzarse un acuerdo antes de fin de año, podría imponer aranceles de hasta 5 % a exportaciones mexicanas como mecanismo de presión.
La administración de la presidenta Claudia Sheinbaum reconoció que el país no ha podido cubrir la cuota en los últimos meses, pero sostuvo que no comprometerá el abastecimiento interno en estados del norte afectados por la crisis hídrica. Funcionarios federales explicaron que las reservas en presas fronterizas se encuentran en niveles históricamente bajos y que cualquier liberación adicional debe ajustarse a un programa técnico que garantice la seguridad hídrica nacional.
Este martes se llevó a cabo la quinta reunión binacional del año entre representantes de ambos gobiernos, en la que se revisaron los cálculos hidrológicos, las capacidades de extracción y los escenarios posibles para un calendario de entregas escalonado. La Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) reportó avances en la metodología conjunta, pero no se anunció un acuerdo final.
Funcionarios mexicanos señalaron que trabajan en una propuesta que combine volúmenes inmediatos y compromisos a mediano plazo, con el objetivo de evitar impactos económicos derivados de las presiones estadounidenses. En paralelo, agricultores de Texas han exigido acciones rápidas al gobierno de Washington, mientras organizaciones mexicanas advierten que acelerar la entrega podría agravar la escasez en comunidades fronterizas.
Las conversaciones continuarán en los próximos días con la expectativa de alcanzar un entendimiento antes del inicio del nuevo ciclo agrícola. A pesar del clima tenso, ambos gobiernos han reiterado que mantendrán el diálogo técnico para preservar la vigencia del tratado y evitar que el conflicto escale hacia un enfrentamiento comercial.







