“ Mi amor, vas a estar bien”: testimonio del policía que rescató a la bebé abandonada en la GAM

“ Mi amor, vas a estar bien”: testimonio del policía que rescató a la bebé abandonada en la GAM

Ciudad de México 9 de septiembre.-La noche del pasado 5 de septiembre, una llamada de emergencia movilizó a los cuerpos de seguridad y rescate en la alcaldía Gustavo A. Madero. El reporte inicial señalaba a una persona atropellada sobre la avenida Euzkaro, pero al llegar al lugar, la escena reveló una historia distinta y aún más estremecedora: un recién nacido abandonado en plena calle.

El primero en responder fue el oficial de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), Miguel Ángel García Cobos, con 20 años de servicio. Aún con la voz entrecortada, relató a «La Orla» cómo fue aquella primera intervención.

“Cuando recibimos el llamado pensé que se trataba de un atropellado. Pedí apoyo médico y de inmediato me dirigí al punto. Había gente reunida, una persona en bicicleta me contó que había visto un bulto en el piso y al acercarse descubrió que era un bebé que se movía. Tenía manchas de sangre a su alrededor. Julio, por instinto, se quitó la sudadera, la envolvió y pidió ayuda”, narró el policía.

Minutos después llegó la ambulancia y el paramédico trasladó al recién nacido a una camilla para su urgente traslado hospitalario. Pero el recuerdo de esa imagen aún pesa en la memoria del uniformado:

“Cuando lo vi, no lo podía creer. Un bebé recién nacido, solo, abandonado en el asfalto. Me recordó a mi hija, que fue prematura y pasó semanas en incubadora. Ahora tiene 22 años. En ese momento pensé en darle el calor paterno que todo bebé necesita. Cuando lo subían a la ambulancia le dije: ‘Mi amor, vas a estar bien’”.

El oficial García Cobos reconoce que, aunque la gente suele ver el uniforme, detrás hay historias, emociones y heridas que los policías también cargan:

“Nos ven como autoridad, pero somos seres humanos. Sentimos. Nuestra función es proteger, y lo haríamos una y mil veces”.

El ciudadano que encontró al bebé, identificado como Julio, relató al uniformado que fue un impulso el que lo llevó a envolver a la niña en su sudadera. “Tenía sentimientos encontrados, la veía tan frágil y con sangre… no sabía qué hacer más que abrazarla y pedir ayuda”, explicó.

Hoy la bebé permanece bajo cuidado médico. La Fiscalía ya investiga el caso para determinar las circunstancias en que fue abandonada y dar con el paradero de la madre.

El policía García Cobos, por su parte, confiesa que aún piensa en ella:

“Me gustaría ir a verla, saber cómo está. Y si en algo pudiera contribuir, lo haría con mucho gusto”.

Una historia de abandono que sacude, pero también un testimonio de humanidad que recuerda que, a veces, la primera caricia de un recién nacido llega desde donde menos se espera: de un ciclista solidario y de un policía que, al verla, solo pudo decirle: “vas a estar bien”.

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