Barcelona volvió a parecer Barcelona. En una noche mágica en Montjuïc, el equipo de Hansi Flick venció 4-0 al Borussia Dortmund en la ida de los cuartos de final de la UEFA Champions League, y dejó casi sentenciada la eliminatoria. Fútbol, goles y una afición que volvió a ilusionarse con algo grande en Europa.
El primer golpe llegó al minuto 25. Raphinha, siempre intenso, aprovechó un rebote suelto en el área y la mandó a guardar. La chispa estaba encendida.
Pero la verdadera tormenta llegó tras el descanso. Robert Lewandowski, con clase y frialdad, marcó dos veces (48’ y 66’) a su exequipo, como si tuviera algo que demostrar. La celebración fue contenida, pero el mensaje fue claro: el Barça está de regreso.
El broche lo puso el chico maravilla, Lamine Yamal, al 77’. Con solo 17 años, cerró un contragolpe letal para poner el 4-0 definitivo. La grada explotó. El futuro está en buenas manos.
La revancha se jugará el 15 de abril en el Signal Iduna Park. Dortmund necesitará una remontada histórica para borrar el baile que recibió en Cataluña. Para el Barça, será cuestión de manejar la ventaja con inteligencia… y no confiarse.
