El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó su indignación ante los recientes ataques lanzados por Rusia contra diversas ciudades ucranianas, incluyendo Kyev, los cuales han sido calificados como los más mortíferos en los últimos nueve meses. A través de su red social Truth Social, Trump calificó los bombardeos como «innecesarios» y urgió a su homólogo ruso, Vladimir Putin, a «detenerse», afirmando que «mueren 5,000 soldados a la semana» y que es momento de “poner fin a la tragedia”.
El asalto ruso incluyó el lanzamiento de al menos 70 misiles y 145 drones, que dejaron un saldo preliminar de 12 personas muertas y más de 90 heridas, según autoridades ucranianas. Además de la capital, los ataques alcanzaron regiones como Zhytomyr, Dnipro, Járkov, Poltava, Jmelnitski, Sumy y Zaporiyia, afectando infraestructura civil y sanitaria, incluidos hospitales infantiles.
En paralelo, Trump ha incrementado la presión sobre Ucrania para que acepte una polémica propuesta de alto el fuego que incluiría el reconocimiento del control ruso sobre Crimea. La medida ha sido rechazada enérgicamente por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien reiteró que no cederá territorio ocupado. La propuesta ha generado tensiones en el marco de las negociaciones internacionales, mientras Ucrania continúa solicitando mayor respaldo militar para reforzar su defensa aérea ante la escalada del conflicto.
